28 jun 2008

Sordera selectiva

Tengo claro desde hace algunos años que el día de mañana me quedaré sordo. Es una mera cuestión genética: mi bisabuela estaba sorda, mi abuela estaba sorda y mi padre está sordo. Y con sonotone en uno de los oídos porque la cosa es grave. Anoche mismo, sin ir más lejos, me levanté para cerrar a la perra, porque la muy hija de... perra se pasa las noches de serenata, y aproveché para beber un par de litros de agua que necesitaba recuperar líquidos. Mi progenitor se levantó de la cama, sin el sonotone, y me preguntó que estaba haciendo; creo que le tuve que responder tres veces la pregunta hasta que se volvió a la cama con cara de circunstancias, o lo que es lo mismo, sin haberse enterado de lo que le decía.

Yo no le ando a la zaga, la verdad. Ya noto hace tiempo que no oigo como el MVE manda. Pongo la radio del coche a todo volumen (claro que para oír a Marea mejor ponerla a todo volumen), la tele de la cocina también va cada día un poquito más alta, me cuesta despertarme cuando suena el teléfono (aunque esto es una ventaja, porque era algo que me jodía muchísimo) y hay cosas que no oigo. O que prefiero no oír, que también es posible. Aunque esto no me pasa sólo a mí en mi casa. Señora madre es una maestra...

Ayer por la tarde me dio, sorprendentemente incluso para mí, por hacer algo de ejercicio. Después de 25 minutos de stepper (2700 pasos contabilizados, vamos mejorando) y justo cuando me disponía a hacer unas series de flexiones suena el teléfono. Señora madre al aparato:

- Nene, baja a la nevera a ver si hay yogures naturales.

En esos momentos yo parecía una sopa de mí mismo debido a dos factores importantes: el ejercicio físico realizado hasta ese momento y el hecho fundamental de haberlo realizado en mi habitación, más conocida como "la sauna foiera". Ya os explicaré en otro momento lo de "foiero" porque entiendo que mucha gente necesitará que les explique que significa, pero, ante todo, connotaciones sexuales las justas, malpensaos, que tenéis la mente sucia... Como os decía iba más mojado que Cytherea (no esperéis que enlace su web, mentes sucias...) después de trabajar media hora, así que le respondo a señora madre:

- Señora madre, en este preciso instante ando bastante empapado en secreción sudatoria y de mis extremidades precipitan sin control acumulaciones líquidas de dichas secreciones hacia el impoluto lugar de reposo de nuestros pies, por lo que voy, desgraciadamente, a dejarlo todo bastante lamparonoso y sucio. - aunque creo que realmente le dije:- Maaaaaaa, que voy to sudao y voy a guarrear tol suelo... - sí, creo que dije algo así, más o menos.

Respuesta de señora madre, que claramente no acabó de entender lo que le acababa de decir:

- ¿Qué dices que qué?
- Que acabo de hacer ejercicio y voy muy sudado y lo voy a dejar todo hecho un asco.
- Da igual. Ves y mira si hay dos yogures naturales que esta noche se queda tu sobrina a dormir.
- Bueno, vale, de acuerdo.

Bajar las escaleras, abrir la nevera, buscar los yogures, vale hay cuatro, cerrar la nevera, subir las escaleras, respirar, porque me faltaba el aire, responder a señora madre:

- Quedan cuatro.
- Vale.

La conversación ha continuado esta mañana, claro, después de que sobrina, que mona ella, me haya despertado como una media hora antes de lo que mi despertador marcaba que debía despertarme. Tampoco es que eso me importe demasiado, ya estoy acostumbrado la verdad. Señora madre en la cocina, después de ver mi torso desnudo, cosas del calor, me comenta:

- ¿Ayer te fuiste a la playa por la tarde?

La verdad es que me ha dejado un poco fuera de juego, más que nada porque no es que estuviera tremendamente moreno, ya que sólo tengo negros los brazos mientras el resto del cuerpo es de un lechal que acojona, así que he tenido que pensar la respuesta:

- No, ¿por? - sí, pienso mucho y digo poco. Economía del lenguaje que dicen...
- No como me dijiste por teléfono que te habías ido a correr, pues pensaba que te habías ido a la playa. - La aplicación de la lógica de señora madre es impactante, más que nada porque hace como unos o más años que no corro por la playa.
- Te dije que estaba sudando como un cerdo porque estaba haciendo ejercicio, así que no puede ser que viniera corriendo - digamos que la playa la tengo como a diez kilómetros de casa. - Estaba haciendo ejercicio con el stepper.
- Ah, con la cinta de caminar. - Que alguien me diga de donde supuso señora madre que yo había dicho "cinta de caminar", porque yo no soy capaz de entenderlo...
- No, mamá, stepper, el que es como subir escaleras. - He tenido que hacer esa aclaración o la pobre no lo pilla. - Yo con la cinta de caminar no sudo me aburro...
- Ah, pues no lo había entendido.
- O no habías escuchado...

Y eso no lo ha escuchado. Manos mal, la verdad, porque si no hubiera tenido follón. Si lo tuve el día que le dije por septuagésimo novena vez que tenía el examen del mitjà al día siguiente, porque me dijo que yo no le había dicho nada. Vamos que no escucha. Señora madre no me entiende. Bueno, una más que más da.

Aunque me estoy enseñando yo a eso de hacerme el sordo. Que gozada...

2 comentarios:

Eco dijo...

Oye pues está bien el tema de la sordera selectiva. Yo lo que tengo es memoria selectiva. Si mi madre me dice que hay ropa para tender, juro por lo más sagrado que antes de que pasen 30 segundos mi cerebro ha borrado el dato y no lo recuerdo hasta que mi madre vuelve y pregunta si he tendido la ropa. A veces ni siquiera recuerdo que me haya dicho que había ropa para tender.

Sin embargo, si mi padre me dice "Te he metido dinero en la cuenta"... oh, créeme, de eso me acuerdo bien.

Eco dijo...

¡Hay un premio para ti! Pásate por mi blog y recógelo.

Besos