12 may 2008

Después de la publicidad

No sé exactamente por qué pero parece que a todos los publicistas les ha dado últimamente por hacer anuncios que no están muy claro que son en realidad, o mejor dicho, por contraanunciarse. A tal punto llega que a veces ni siquiera nos damos cuenta de que se trata de un anuncio y llega a rozar la subliminalidad, no porque nos obliguen a consumir su producto, sino porque nos crean tal interés por conocerlo que removemos cielo y tierra para saber de que se trata. Y es que si hablamos de publicidad viral a todos se nos viene a la mente el famosísimo "Amo a Laura" que hace un par de años invadió la red de redes como campaña de MTV España. Y con sus secuelas y todo, que al final consiguió ser todo un éxito. Como el Chikichiki que como campaña viral del Buenafuente ha sido absolutamente devastadora y ha acabado como campaña de la ONCE.

La última de estas, que me ha traído un par de semanas de cabeza, ha sido la de las cabeceras de Cuatro, ya sábeis, esas en las que deiferentes personas de diferentes clases sociales y estilos (el tunero es mi favorito) destruyen algunos de sus bienes más preciados y luego claman al cielo diciendo Innsbruck. ¿Os imagináis la de tiempo que me ha estado rondando la mierda esa por la cabeza? Que todo es porque normalmente no veo Cuatro que si no me hubiese pegado un ataque de la jodida intriga. Y casualmente creo haber llegado a la respuesta de la forma más tonta posible. Lo que hace no ser futbolero.

Y es que si me gustase el fútbol tendría claro desde el primer día que vi el anuncio de que se trataba. Y es que este verano hay Eurocopa en Austria, Innsbruck está en Austria, la selección española juega en Innsbruck y por lo visto Cuatro retransmite el torneo. No sé para que si nos quedaremos en cuartos (cuartos, Cuatro, ¿lo cogéis? Vale es demasiado básico, pero no tengo la neurona para muchas fiestas) y eso es algo totalmente impepinable. Pero la cosa está en que están consiguiendo volver loco al personal, o por lo menos a mí. Pero no son los únicos.

¿Os habéis fijado también en que hay anuncios que se parecen demasiado? ¿Y además que anuncian productos demasiado similares? Comprendo que si una idea funciona lo mejor es aprovecharlo: Si lo aprovechas dentro de la misma marca se denomina campaña, si lo haces de una marca a otra, plagio. El ejemplo más claro está en el mundo de la publicidad automovilística. Cuando Nissan se pone a anunciar el Qashqai haciendo que se mueva por la ciudad, primero como un monopatín, después como una extraña pelota de golf de recorrido urbano, se llama campaña creativa. Cansina, pero creativa. Cuando Chevrolet anuncia se Captiva con un anuncio en el que, casualmente, un niño revienta con su coche de juguete la boda medieval que su hermanita tenía montada, uno no puede dejar de recordar ese anuncio del Kia Carnival donde el niño protesta a su madre con el impagable "¡Jo, mamá! ¡Me ha quitado el Sheriff!". Para mí que los anuncios los han hecho los mismos creativos, a los que debieron echar de la campaña de Kia, que no querían calentarse demasiado la cabeza con el nuevo proyecto.

Porque una cosa es plagiar y otra parodiar un anuncio. Todos conocemos el "¿Te gusta conducir?" original de BMW, con el brazo del conductor bailando al son de la música por la ventanilla; pero muchísimo mejor fue la parodia de los de Loterías y Apuestas del Estado con aquél "Hay algo que te gusta más que conducir", mientras sacaba el pie por la ventanilla trasera de una limousina. Porque si vas a plagiar hazlo con estilo y homenajeando de verdad al original. Si vas a hacer un remake o una segunda parte que mejore a la original, y si no eres capaz de mejorarlo por lo menos ríete con él. Que pocos se acuerdan de Scream 2 pero bien que se partieron con Scary Movie.

La verdad es que después de tantos años viendo anuncios uno se queda con los clásicos y es que en publicidad, como en la vida, "busque, comparé y si encuentra algo mejor..."

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