15 jul 2009

Sin sentido y sin visibilidad...

Esta tarde, después de comer, me he quedado traspuesto mientras recordaba todas mis conquistas sentimentales. O, lo que viene a ser lo mismo, me he quedado frito enseguida, porque como ya deberíais saber mi vida sentimental es tan extensa como los bosques en Marte (ahora mañana la Mars Polar Lander descubre vida vegetal en Marte y ya la tenemos liada...).

El duro revés que el destino me deparó la semana pasada haciéndome ver cuan equivocado estaba respecto a la posibilidad de no relación existente de la chica que me gustaba (con lo que me ha costado escribirlo espero que no me hagáis explicar que es un sarcasmo,... mierda...), me ha hecho plantearme si realmente tengo algún grave problema con mi sexto sentido. No, en ocasiones no veo muertos,... ya no,... antes sí, pero ahora no,... bueno, eso ya lo explicaré otro día. Bueno, para explicarme mejor diré que hace algún tiempo tenía un desarrollado sentido de la empatía y calaba bastante rápido a la gente; pero eso era antes. Por lo visto ahora me he vuelto bastante torpe o, como poco, descuidado en lo que a mi empatía se refiere. Antes podía saber cuando una chica se interesaba por mí, lo cual era muy útil si lo que a mi me interesaba era huir por piernas, cosa que tuve que acabar haciendo en unas tres ocasiones, la última vez a toda mecha, dada la insistencia de ciertos elementos subversivos que me animaban a que me lanzara a por ella. M aún se debe estar partiendo la caja...

Recuerdo ahora también nítidamente el primer beso que me dio una chica. Yo tenía unos 10 años, ella se acercó rápido a mí en las escaleras del colegio y me plantó un beso en los morros. Y mi reacción fue mandarla, literalmente, a la mierda; exactamente dije "ojala te mueras", pero a esa edad es lo primero que se te ocurre. Algo así como el "contigo no, bicho", pero sin sexo y con menores de edad. Creo que ese momento me marcó de por vida, pero para mal, claro. Además, a mí quien me gustaba era Eva, que llevaba coletitas y no ésta, cuya relación con la ducha era decirse "hola, ¿qué tal?" y poco más. Y para colmo los compañeros de clase, crueles como cualquier niño a esa edad, empezaron a decir que si éramos novios, que si patatín, que si patatán. Y no me digáis que le tendría que haber dado una oportunidad, porque eso no hubiera entrado jamás en mis planes.

Pero volviendo al tema, el problema está en que ya no soy capaz de detectar el interés o su falta en el lenguaje corporal, los miradas esquivas cuando se cruzan, ciertos gestos, ciertos comentarios, etc. Antes mi radar funcionaba con precisión milimétrica, casi tan preciso como el lesradar de A, pero en los últimos años falla como una escopeta de feria. No sé si es que no he pasado alguna revisión obligatoria, tipo Inspección Técnica de Sextos Sentidos, o algo así, pero tengo que recuperarlo. Tengo un motivo, uno poderosísimo como pocos, uno que todo mortal comprendería, aceptaría y acataría sin miramientos: dentro de un año y dos meses tengo la boda de mi mejor amigo y no puedo acudir solo. Mira que me costaba imaginarme a M casado, pero hay que reconocer que M's lo ha cazado pero bien. No sólo eso, sino que M's ya tiene una candidata elegida para mí, aunque no sé si su radar será mejor que el mío, porque de su gusto en la elección no voy a dudar ni un segundo...

P.D.: De todos modos me tenéis que pasar "El Método" M&M's, más que nada por si acaso...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenemos un libro mejor.

Esteban Manuel Bru Guilabert dijo...

Pues dime cuál criatura...

Anónimo dijo...

metodo vivir mas la vida y dejarte las chorradas estas